Todas las
actividades comunicativas que se desarrollan en las organizaciones, deben estar
basadas en acciones que impliquen la interrelación entre los diversos elementos
que intervienen en el desenvolvimiento de la organización. Las estrategias que
se planteen en función de que las relaciones se determinen con eficiencia, son
la clave del éxito empresarial.
Se debe
considerar la comunicación como un espacio dinámico, para que la gerencia
estratégica considere la flexibilidad de los planes comunicacionales adaptándolos
a la realidad del momento que se viva según el contexto cultural, social,
económico y político del entorno organizacional.
En este sentido, no
se puede pensar en estrategias rígidas, permanentes que formen parte de un plan
diseñado a largo plazo, sino que deben ser lineamientos innovadores, capaces de
transformarse a partir de las necesidades propias de la organización, de la
incorporación de las nuevas tecnologías y
de los cambios del mercado global.Por: Nazalia Valera
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